Llegado a un punto, la marca ya no necesita persuadirlos para que compren. Los clientes se alimentan de la historia que la marca les ha vendido. El cliente es un fan de por vida.
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ToggleLa droga llamada ego
Todo el mundo quiere sentirse especial. Una mayor sensación de importancia puede hacer que una persona se emborrache de vanidad, y las marcas lo saben.
Creo que la necesidad de sentirse importante es el rasgo humano más eficaz que un especialista en marketing puede explotar (para bien o para mal, usted elige).
- Conducir un Mercedes
- Saliendo con una rubia alta
- Estar asociado con celebridades
Todo lo anterior simboliza una cosa que casi todas las personas desean: ÉXITO.
Algunos ejemplos de hackers mentales serios incluyen:
- Apple: Los clientes se cuentan a sí mismos una historia sobre cómo son el tipo de personas que “piensan diferente
” - Coca-Cola: vende productos químicos negros con una etiqueta roja brillante y los llama “felicidad” y “unión”
. - Los desarrolladores creen que los grandes programadores trabajan para empresas como Facebook o Google. Programar para un banco o un hospital se considera de clase baja (no tengo ni idea de qué empresa creó esa creencia).
A los hombres les gustan las rubias
Imagínese a dos chicas paradas una al lado de la otra.
Una es rubia y alta, lleva un vestido ajustado, piernas atléticas y tacones bajos. Su amiga es igual de sexy, con los mismos ojos y todo, pero con un look de Oriente Medio.
Mi opinión totalmente parcial es que la mayoría de los hombres pensarán que la rubia es mucho más sexy.
La razón es sencilla.
A los hombres les han lavado el cerebro para “pensar” que las rubias son las más atractivas.
- Las barbies son rubias
- Celebridades de alto perfil como Marilyn Monroe son rubias
- Venus la diosa es rubia
- Los elfos perfectos de El Señor de los Anillos son rubios
Hasta HITLER usó el truco de la rubia y le dijo a todo el mundo que la raza aria era superior (bastardo).
Cómo volverse adicto
“Todo lo que tenemos que hacer es contar la historia correctamente.”- Hardy, Basic (2003)
Pero debemos contar nuestra historia más de una vez.
Mi primer artículo “casí-viral” tuvo 10.000 visitas y contaba cómo me equivocaba en los bares intentando ligar con chicas cuando tenía veintitantos.
Artículos posteriores y publicaciones en Quora contaron la misma historia pero desde un ángulo diferente.
- Mi depresión y cómo afectó mis posibilidades con las chicas
- Mi baja autoestima y cómo afectó mis posibilidades con las chicas
- Mis sesiones de terapia, y cómo… sí
Era sólo cuestión de tiempo antes de que los lectores me contactaran por correo electrónico, Medium e incluso Instagram.
Me di cuenta de lo poderosa que puede ser una historia si la cuentas bien y le das suficiente tiempo.
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